Me mezclé en la procesión hacia el Rey Enano y observé al joven rey, orgulloso y abrazado por todos.

Pero sus ojos son ciegos. Lo que quiero decir es que estaba cegado por la gloria de los antiguos enanos y la luz lujuriosa encendida por la Chispa, incapaz de ver lo que ocurría a su alrededor. Se le llena la boca de hablar del futuro del Reino Enano, pero está vaciando el presente del Reino Enano.

Creo que mi viaje debe llegar a su fin, después de haber leído las últimas palabras que mis antepasados dejaron al mundo. He ordenado completamente mis pensamientos sobre esa historia de la Era del Poder Gigante, y tal vez en un futuro próximo lo escriba todo en la historia.

Las palabras que mis antepasados dejaron al mundo, que he traducido a la lengua común del continente, siguen siendo las mismas en el cuerpo principal de su contenido, aunque les he afijo algo de retórica según mis preferencias. He registrado las palabras en mi cuaderno de viaje con la esperanza de que algún día esto sea descubierto por otros y que el sacrificio de los héroes deba ser recordado por el mundo.